Enrique Vila-Matas

Nació en Barcelona en 1948. En su literatura los lugares y particularmente las ciudades funcionan como los primeros nudos de autoficción, luego aparecen las personas, las figuras célebres, los otros escritores. Para Vila-Matas, París es un compendio de vidas póstumas y contemporáneas inscritas como capas de una ciudad que nunca acaba de ser reescrita. En los años setenta, Marguerite Duras le alquila una buhardilla, que será la escena
en que el escritor reemplaza al actor y se convierte en protagonista de su obra. París no se acaba nunca, Bartleby y compañía, Aire de Dylan, entre otros de sus libros regresan sobre esta ciudad como un objeto de reescritura continuo. Como Barcelona y algunas ciudades de América Latina, París ocupa un lugar medular en su literatura: son los años del aprendizaje literario, de las escenas iniciáticas de escritura.